Somos tan estúpidos que tras siglos de historia seguimos
cometiendo los mismos errores sin haber aprendido nada para evitarlos.
Somos tan estúpidos que en vez de hablar de frente y
solucionarlo lo hacemos todo por detrás. Somos tan estúpidos que seguimos
matándonos los unos a los otros porque parece que en el fondo odiamos nuestra
propia especie, nuestro propio ser.
Somos tan estúpidos
que nos dedicamos a destruir en vez de crear sacando partido a la inteligencia
y racionalidad que nos han sido otorgadas.
Somos tan extremadamente estúpidos que nos arrepentimos de
lo que hacemos una y otra y otra vez y volvemos a hacerlo otra vez más.
Somos tan estúpidos que nos creemos más importantes e inteligentes que los demás cuando todos estamos destinados al mismo final.
Somos tan estúpidos
que nos molesta que nos molesten y luego nosotros volvemos a molestar.
Somos tan estúpidos que hablamos sin pensar, si es de los
demás mejor porque somos unos cobardes incapaces de mirar dentro de nosotros
mismos y descubrir toda la estupidez acumulada durante años.
Somos tan estúpidos que los consejos nos sientan mal y en
vez de para ayudar nos los dicen para jodernos más.
Somos tan estúpidos que perdemos horas y días en
pensamientos que no valen nada comparado con toda la inmensidad que nos rodea.
Somos tan estúpidos que nos dedicamos a ser como las ratas
de ciudad, comprando todo, consumiendo más y dejando una huella en el planeta,
una puta huella de mierda pintada con el pincel del ego y nada más.
Somos tan estúpidos que no creemos en nosotros mismos ni en nadie o nada más,
Somos tan estúpidos que creemos que la vida es solo para
disfrutar, para reír y festejar y no vemos que eso tan solo es artificialidad y
no la esencia de verdad.
Somos tan estúpidos que siendo inteligentes nos pasamos años
y algunos toda una vida sin hacer nada.
Somos tan estúpidos que besamos sin amar, criticamos sin
saber y gastamos sin pensar.
Somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de que todos
somos igual de estúpidos y que en este agujero no hay hormiga reina o madre,
solamente hormiguitas frágiles con idéntico final.