lunes, 7 de enero de 2013

Los grupos



Las ovejas suelen ir en grupo, pocas veces verás una alejada del resto, en general, la mayoría de animales suelen llevar este estilo de vida común. Los animales son como las personas pero sin razón, esto quiere decir que se mueven más a través de sus instintos que de su cerebro.
A mi no termina de convencerme el tema de los grupos… Muchas veces me parece que son el foco descentralizador de la personalidad, la pérdida de caracteres propios y el fin de la individualidad, entre otros.

Fíjense, estamos rodeados de grupos: los que tienen la misma idea política, los que siguen fervientemente al mismo equipo de fútbol, los que defienden unas ideas, los fans de un grupo de música que se reúnen cada vez que el cantante de turno actúa, los boys scout, el coro de la iglesia, y para no irnos tan lejos, los grupos de amigos, bastante diferentes al significado de familia, que a eso ya no le considero grupo, si no, colectivo con la misma sangre que se une para el beneficio altruista y común, algo así como una ONG, la cual también dejaría excluida en este texto.

Supongo que ustedes me entienden cuando digo “grupos”. Hablo de esas personas que se reúnen con un fin en común, hablo de aquellos que vociferan por la defensa de algún derecho redimido, los que quedan para pegar a inmigrantes o los que se ven todos los domingos para tomar un vermú en el bar más caro de la ciudad.
Es difícil entrar en un grupo, para ello necesitarás la aceptación de todos sus miembros y deberás de ser como cada uno de ellos, es decir, una pequeña miniatura, una pieza copiada de un puzzle que construye el todo. Al principio solamente deberás encajar positivamente en su lugar y ser aceptado, caerles bien, demostrar que eres como ellos. Luego, con el paso del tiempo tendrás que pensar y actuar exactamente como ellos hacen, si no, serás criticado, vilipendiado y despreciado y deberás huir sin mirar atrás borrando cada rastro y cada paso en falso dado en el conjunto.

Dicen que la unión hace la fuerza, que uno solo no se puede, pero que entre todos podemos lograr muchos avances en todos los campos de la vida. Y estoy de acuerdo, pero siempre me ha gustado la frase: “dos son compañía tres son multitud” y a mi las multitudes, las masas, nunca me han gustado. Me recuerdan a las ovejas corriendo por el prado en la misma dirección siguiendo los gritos de un solo pastor, del líder, del dominante y opresor, del tirano metafórico que se encuentra en todos estos grupos dañinos.
Por eso opino que hay que saber controlar el nivel de integración en un grupo, conocer su poder y participar en ellos siempre con la justa medida, sin olvidarse de ser nosotros mismos, sin cesar en nuestras diferencias y conquistando y mostrando lo que nos hace únicos y especiales a cada uno de nosotros, seres particulares y habitantes a su vez, de una sociedad común.

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