domingo, 13 de diciembre de 2015

Nació perdida

Estaba sentada en un bordillo, al lado de la puerta de salida de personal. Hablaba con un conocido mío. Me senté al lado de ella a esperar a que vinieran a buscarme y me introdujeron en la conversación sin yo quererlo.
Tenía el pelo tintado de negro y podrido por un exceso de plancha. Llevaba unas gafas de sol que dejaban a la vista las líneas negras que tenía como cejas. Su sonrisa era dura e intuía unos dientes seminegros y unas encías mal cuidadas y del mismo color. Era muy delgada y vestía ropa barata y comida por el tiempo.
-¿Tienes un cigarro? – me preguntó cuando el tercer integrante de la conversación se marchó dejándome a solas con la desconocida.
- No, que va, lo he dejado – respondí.
-Yo también, solo fumo yerba, pero hoy me han echado de aquí dentro- dijo señalando la puerta de las oficinas – y además el cabrón de mi novio debe de andar borracho por ahí… ¡Y espero que ni aparezca en casa esta tarde!
Sonreí sin decir nada. Estaba segura de que si la decía que yo también fumaba yerba de vez en cuando estrecharía la cercanía con ella y estaría hablándome durante toda mi espera. Además supuse que comenzaría a desahogarse y yo tenía tantos problemas en ese momento que escuchar los de los demás me iba a llevar a un bucle sin fin.
-Perdona, ¿tienes un cigarro?- le preguntó a un tipo que pasaba por la calle.
-Sí, toma.
-¿Tienes un mechero?-me dijo a mí cuando se fue el señor.
-Sí, toma – contesté inconscientemente a la vez que metía la mano en mi bolso.
-¿Qué hace una “no fumadora” con un mechero?-preguntó ella riéndose. En esa carcajada pude percatarme del olor a whisky que salía de su boca.
-Bueno, fumo yerba de vez en cuando – contesté arrepentida.
- Eso está bien…¿no tendrás nada por ahí? ¿Vamos y nos tomamos unas cervezas? – preguntó intentando buscar compañía para ahogar sus penas de una manera menos dolorosa.
-Me echaron de aquí – dijo sin apenas darme tiempo a negar su pregunta- porque dicen que le falté el respeto al jefe. ¡Ja! -  dijo subiendo el tono de su voz. ¡Aquí el único que falta el respeto es él, que es un abusador, un esclavista, que nos tiene con la espalda partida todo el día! ¿Y encima pretende dejarme en ridículo delante de todas las compañeras? Eso… ¡eso si que no!- dijo ella.
-Ya me imagino…sé cómo funcionan las cosas en tiempos de crisis. Se aprovechan de nosotros como quieren… -contesté yo en mi afán por empatizar con todas las personas.
-¿Cómo te llamas?-dijo mientras se levantaba para darme dos besos.
-Laura, ¿y tú?
-Me llamo Berta…esta panda de cabrones que me han echado y dejado en la calle… ¡que les jodan!¡hay mil trabajos más! Y encima luego todas esas envidiosas… –dijo Paula
-¿Te tenían envidia el resto de las chicas?-pregunté yo empezando a comprender el asunto de la historia.
-Ni te imaginas…yo era la que mejor trabajo hacía y la que más propinas se llevaba… ¡y en solo un mes! Y ellas muchas veces me robaban lo que me dejaban los clientes…y yo, pues claro...un día también robe… ¡no soy tonta, joder! – dijo Paula, cada vez más nerviosa
Yo sabía que sus palabras no eran más que un producto de la ira y de la tristeza de saber que se había equivocado otra vez. Que la había cagado y perdido otro trabajo más. Que su chico llevaba dos días sin aparecer por casa y que ella, una ex alcohólica, había vuelto a enganchar la botella esa misma tarde.
Había coincidido con Paula en un par de sitios más y ambas veces la habían despedido por lo mismo. Por no querer acatar órdenes, por contestona y mal educada. Simplemente. No había complot, no había esclavismo, solamente había que trabajar sin quejarse. Cerrar el pico y hacer lo que te pidieran, que para eso se pagaba.
Paula no era una víctima del sistema, un caso de precariedad laboral ni una trabajadora explotada. Paula, simplemente, había nacido perdida.

martes, 20 de octubre de 2015

Exceso de estupidez

Somos tan estúpidos que tras siglos de historia seguimos cometiendo los mismos errores sin haber aprendido nada para evitarlos.

Somos tan estúpidos que en vez de hablar de frente y solucionarlo lo hacemos todo por detrás. Somos tan estúpidos que seguimos matándonos los unos a los otros porque parece que en el fondo odiamos nuestra propia especie, nuestro propio ser.

Somos tan estúpidos que nos dedicamos a destruir en vez de crear sacando partido a la inteligencia y racionalidad que nos han sido otorgadas.

Somos tan extremadamente estúpidos que nos arrepentimos de lo que hacemos una y otra y otra vez y volvemos a hacerlo otra vez más.

Somos tan estúpidos que nos creemos más importantes e inteligentes que los demás cuando todos estamos destinados al mismo final.

Somos tan estúpidos que nos molesta que nos molesten y luego nosotros volvemos a molestar.

Somos tan estúpidos que hablamos sin pensar, si es de los demás mejor porque somos unos cobardes incapaces de mirar dentro de nosotros mismos y descubrir toda la estupidez acumulada durante años.

Somos tan estúpidos que los consejos nos sientan mal y en vez de para ayudar nos los dicen para jodernos más.

Somos tan estúpidos que perdemos horas y días en pensamientos que no valen nada comparado con toda la inmensidad que nos rodea.

Somos tan estúpidos que nos dedicamos a ser como las ratas de ciudad, comprando todo, consumiendo más y dejando una huella en el planeta, una puta huella de mierda pintada con el pincel del ego y nada más.

Somos tan estúpidos que no creemos en nosotros mismos ni en nadie o nada más,

Somos tan estúpidos que creemos que la vida es solo para disfrutar, para reír y festejar y no vemos que eso tan solo es artificialidad y no la esencia de verdad.

Somos tan estúpidos que siendo inteligentes nos pasamos años y algunos toda una vida sin hacer nada.

Somos tan estúpidos que besamos sin amar, criticamos sin saber y gastamos sin pensar.


Somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de que todos somos igual de estúpidos y que en este agujero no hay hormiga reina o madre, solamente hormiguitas frágiles con idéntico final.

martes, 14 de julio de 2015

Rothko

Según Rothko (artista, pintor y grabado

letón que terminó suicidándose en New York 

en 1970) una relación humana creadora tiene 

que constar de los siguientes atributos:



1. Tragedia

2. Sensualidad


3. Tensión o conflicto (deseo contenido)

4. Ironía

5. Ingenio y juego

6. Azar 

7. Esperanza (10%)

¿Sabes lo que te digo Mr. Mark Rothko? 
Fuck the Drama. 

Mi cama


Me importa una mierda que me dejara por una niñata de veinte años. Sinceramente, mejor para mí. Y no es que sea una mujer despechada, ni mucho menos. Simplemente estoy tratando de asimilar que Jaime era un “hijo de puta” con todas sus letras.

¿Es justo que tras siete años de amor tuviera que encontrarle en la cama con la chica con la que trabajaba 8 horas al día con él y a la cual criticaba sin parar? 

Es mucho menos justo si tenemos en cuenta que esa cama era la mía, la cama en la que me había enamorado, había llorado, abrazado, amado y follado a mi amado Jaime. La cama que día sí, día también, compartía con él. La cama inviolable a la cual le habían arrancado las bragas, así, de repente, a lo bestia.

Por supuesto que no es justo como tampoco lo es lo que pasó en el momento en el que abrí aquella puerta…. 

Las llaves se me cayeron de las manos. Me agaché a recogerlas. Tuve un sentimiento extraño, una especie de nudo en el estómago a deshora.
Continué hasta el salón. Qué raro... Jaime me dijo que estaría en casa todo el día. 

En la mesa del comedor había un fular de chica, que, obviamente no era mío. Una alarma saltó en mi interior, pero automáticamente la apagué. Jamás hubiera esperado ningún incendio en esa casa.

Continué hacia la habitación y durante el recorrido del largo pasillo, empecé a escuchar ruidos, A cada paso que daba el ruido se iba convirtiendo en gemido. Con el primero me asusté. En el tercero mi corazón ya estaba hecho pedazos.

Abrí la puerta de la habitación y allí estaban, desnudos, profanando mi cama, nuestra cama. Pasaron unos segundos hasta que Jaime se dio cuenta de mi presencia. La levedad del tiempo se hizo pesada y en tan solo esos instantes descubrí el lado oscuro que todo ser humano tiene en su interior. Esa irracionalidad animal que nos hace menos humanos, menos cercanos. 

Las lágrimas empezaron a brotar por mis ojos en forma de cristales que salían del corazón. Jaime se percató de mi presencia. Vi su sucia mirada en el espejo cambiar a una tierna nostalgia de la bondad. 
Me miró como un animalillo al que están a punto de pegar un tiro. Pero yo no hice nada de eso, simplemente abrí la puerta y me fui para no volver nunca más. 

Tela de araña


Perdida entre las telas de la araña radioactiva que se va tejiendo entre mi cerebro y el corazón.

Invadida por una ola de deseo implacable provocada por el deshielo egocéntrico de una cabeza mal posicionada.

Lanzada al vacío con una mochila cargada de dinamita, a punto de explotar. Pero aquí sigo, buscando que me idolatren, que me suban en brazos a la luna y me vuelvan a bajar dando tumbos. 
Supongo que mi ego está removiendo mis entrañas alcanzando altos grados de imbecilismo puro y duro.

Desaparece. Sal de esta fantasía autocreada. Elimina las paredes imaginarias que has creado a tu capricho y borra toda aquella huella cargada de “quizases” manchados con carmín rojo.

Sigue tu camino, no te desvíes, no caigas en las redes, por mucho que lo desees, porque el pescado sin agua, se muere.


domingo, 31 de mayo de 2015

Él

Sus pasos son alegres. Se desplaza por la línea del tiempo marcando los segundos rápidamente, rebotando sobre cada uno de ellos como un niño contento que entra en el parque de atracciones. En cada saltito altivo los brazos alardean de ser dueños de un pecho fibroso y equilibrado con el resto de su cuerpo de 1,67cm.

Su mirada es una luz brillante de color verde envuelta en unas pequeñas conchas de almeja empezándose a abrir cuando tienen hambre de vida. Son capaces de iluminarte el camino. Su forma, el color de las pestañas tostadas por el sol… Es una mirada limpia, dulce y transparente, una mirada capaz de transformar tu día en una alegría constante envuelta de amor infinito. Porque él ama, es capaz de quererte sin medida.

 Su inocencia transmite calma, sus movimientos sin prisa alguna te llenan de serenidad.

Él es una persona buena, cariñosa, entregada y trabajadora. Cuida el detalle como un escultor en su primera obra. Modela firmemente tu cuerpo con sus manos mientras te hace el amor. Saber perdonar y confiar en si mismo pero también en los demás.

Amigo de sus amigos, amante de los animales y las plantas, dulce y amable con las mujeres, es el marido al que amar, al que cuidar y entregar el alma. 

Es una persona con la que te apetece estar y hacer realizar cualquier actividad. Porque él es un artista con valía que demuestra que aquí, en esta vida, está haciendo una gran obra maestra.

sábado, 23 de mayo de 2015

Especial

Es cierto que cada persona es un pequeño universo, con sus leyes, su moral, sus ideas y características propias. Cada individuo es diferente uno del otro y es obvio que no hay dos que sean exactamente igual.

Tendemos a pensar que cada uno de nosotros es especial y único y que el universo (no solo el nuestro si no el común) gira alrededor de nuestra órbita. Pero esta idea bien argumentada tan solo nos llevara a caer en la desilusión, a estamparnos contra el muro tangible de la realidad.

Beatriz estuvo varios meses creyendo esto solemnemente, como un religioso que agarra su cruz. Se enganchó a la red de su ego pensando que Javi, el chico con el que se había acostado un par de noches, estaba coladito por ella.

Javi es un tipo atractivo, que rozaba la treintena pero que no lo aparentaba con su cabello negro y sus ojos verdes con mirada infantil. Puede decirse que Javi es un “tío bueno” que lo sabe perfectamente y que utiliza sus armas más sutiles como una cobra ataca en el momento más inesperado.

Beatriz acababa de dejarlo con su novio tras una aburrida relación de año y medio en el que la protagonista absoluta de la historia fue ella misma. Su pareja era el actor secundario que aparecía cuando le daba la gana. Ella se hartó de ser algo tan pequeño y se pasó unas semanas intentando subirse la autoestima y prometiéndose que a partir de ese mismo momento ella iba a ser la estrella.

Una noche de fiesta conoció a Javi. Rápidamente el cruce repetitivo de sus miradas les llevó a encontrarse en el baño del garito y a consumar un deseo que llevaba toda la noche merodeando a su alrededor. Tan solo hicieron falta un par de palabras, una confirmación de que no era un absoluto capullo al abrir la boca y un par de besos en público para descubrir que su aliento y su olor corporal eran buenos.
Terminaron la noche en casa de ella enredados en conversaciones filosóficas y disfrutando de un mar de estrellas bastante poético. Él estuvo convincente. Demostró no ser simplemente una cara bonita si no también una mente abierta, con conocimiento y envergadura al hablar.

Al salir el sol se despidieron. Bea cerró la puerta y sonrió. Pasó un par de horas recordando todo lo sucedido y repitiendo en su mente cada palabra de la conversación que habían tenido. Con cada repetición, el adorno de ese recuerdo iba en aumento.

Cuando despertó horas más tarde, lo primero que hizo fue mirar el teléfono, por si había algún mensaje de Javi. Nada. Entonces siguió recordando ensimismada y comenzó a meter la pata usando, inconscientemente, el verbo “idealizar”.

No pudo evitar escribirle aquella misma tarde y entre nervios esperar una respuesta que no llegó hasta el día siguiente.  Estuvo mirando el teléfono cada cinco minutos y cuando por fin llegó el mensaje, la absurda y engañosa felicidad alegró su día. ¿Cómo es posible que tu felicidad y el aprovechamiento de tu jornada dependa del mensaje de un tío al que acabas de conocer?

Volvieron a quedar un par de días después. La escena del “mar de estrellas en el cielo” se volvió a repetir, esta vez de forma más intensa. Podemos decir que Bea se enamoró, o mejor dicho, se atontó en tan solo una semana.
Cuando cerró la puerta con un beso de despedida, esta vez lo que sintió fue la más absoluta soledad. Era como si le atacara la nostalgia del rato maravilloso que había pasado hacía tan solo un par de minutos. Eso es que el único relleno en su vida estaba basado en las alabanzas y el abrazo de un hombre atractivo. Y ni siquiera había llegado a correrse…
Bea no pudo evitar escribirle unas horas después. Quería más. Necesitaba más. Pero…¿Cuál era la verdadera necesidad de Bea?¿Qué estaba buscando?¿Qué era lo que quería de él?

Se paso toda la tarde mirando el teléfono y montándose aventuras y desventuras en su cabeza. Repasó dato a dato de su conversación, analizó hasta el más mínimo detalle llegando a la conclusión de que Javi podría ser un novio perfecto para ella. Estaba segura de que él pensaba lo mismo. Le había dejado atontado. Seguramente él estaba en su casa haciendo los mismo que estaba haciendo ella. No le cabía duda alguna.
Su mente dio tantos pasos agigantados que hasta imaginó una reunión familiar en casa de él (que ni siquiera la conocía), se imaginó viajando juntos por Europa y hasta visualizó una vida en común.

Javi no volvió a contestarle hasta que no volvió a “picarle el rabo” unas semanas más tarde. Había otras 3 o 4 Beas más mandando mensajes a su móvil.

Moraleja: la vida no es una película de Disney, ni tú eres una princesa ni esa rana es tu príncipe. Antes de esperar que os llene el amor de cualquiera, tenéis que llenaros con el amor a vosotras mismas.Gracias.


lunes, 23 de marzo de 2015

Sigue siendo machismo....

Sigue siendo machismo…

cuando digo que mi novio es el que plancha en casa y te ríes insinuando que “cómo es posible que una mujer no sepa planchar”…

cuando en una entrevista de trabajo seleccionas a la chica que está buena en vez de a la más 
profesional…

cuando te quedas sentado en la mesa, después de comer, esperando a que la mujer te retire el plato de la sopa y te ponga el segundo

cuando dices que vas a clases de artes marciales, que eres la única chica y alguien te dice que jamás serás tan fuerte como un hombre…

cuando te estoy hablando de espaldas y tú en vez de estar concentrado en mis palabras lo estás en mi culo…

cuando dices que una talla menos de falda me quedaría mejor…

cuando pagas menos a una mujer que hace el mismo trabajo que un hombre…

cuando una mujer es infiel a su marido y le miras mal, mientras tú te estás acostando con tres y eres “el puto crack”…

cuando piensas que soy lesbiana al opinar sobre el buen físico de alguna tía…

cuando cuentas chistes machistas, aunque sea “de broma”…

cuando dices que las mujeres solo servimos para parir…

cuando dices “mujer al volante, peligro constante…”

cuando te extrañas porque hacemos timbas de póker…    


o cuando realmente piensas que es el hombre el que tiene que pedir matrimonio a la mujer y que lo contrario es “raro”…

sábado, 7 de marzo de 2015

DIÁLOGO ENTRE LAS PALABRAS Y LAS IMÁGENES: lo visual y lo escrito


La creación del cine fue un gran logro en cuanto a la satisfacción de la representación de las ilusiones, visiones y fantasías de las personas capacitadas para soñar, para ver simulaciones auto creadas en sus cerebros.

El hecho de que se materializaran estos espejismos, consiguió cumplir las expectativas tanto de los artistas y creadores de cine, como del público en general.
 Resultó maravilloso poder observar con los ojos lo que uno ve desde sus adentros, convertir un sueño en una realidad. La satisfacción es incluso más grande para el creador, capaz de conseguir transformar en tangible una simple visión subjetiva.

El arte del cine, proviene de uno aún más antiguo, el arte de la pintura. Pintar fue una de las primeras acciones artísticas que comenzaron nuestros parientes primitivos. 
Aún ni siquiera sabían hablar, es decir, no habían creado las palabras, el lenguaje de signos lingüísticos. Esta fue una de las maneras que descubrieron para hacerse entender. 
Se comunicaban mediante dibujos que cualquier niño pequeño podría hacer. De esta manera comenzaron a expresas cosas básicas.
Pero en estas pinturas solamente representaban la más cercana realidad que estaban viviendo, es decir, todo aquello que estaba delante de sus ojos. ¿Y qué pasaba con los sentimientos? 
Con la creación de los lenguajes y del primer alfabeto, se empezó a poner nombre no solo a las cosas, sino también a esos sentimientos. Gracias a las palabras, el ser humano ha sido capaz de dar a conocer cosas que no pueden verse con el sentido de la vista. 
La formación de frases con esas palabras propició la creación de contextos amplios. La escritura permitió, como el cine, dar a conocer lugares donde uno nunca antes ha estado o experimentar sensaciones que se conocen o incluso que nunca se han vivido. 

En mi opinión la escritura va incluso, un poco más allá que el cine en este sentido. 
Esas representaciones escritas se convierten en infinitas dependiendo de quién sea el lector. Las ideas mentales son subjetivas, las imágenes que se revelan en la pantalla son objetivas en cuanto al significante. El significado y el sentimiento es algo que siempre será subjetivo y que se puede apreciar en cada segundo de la realidad vivida, eso es indiscutible.

Pero creo que el arte de la escritura juega con un poder mayor: la imaginación. Por lo tanto, cada lector es también un director de cine, que crea las imágenes particulares de lo que lee y que para cada uno, aunque la letra sea única, esa visión es infinita.

Pintar, esculpir o hacer cine son algunos de los poderes que tenemos los humanos para expresar todo lo que llevamos dentro, para crear significantes y significados propios, para mostrar las luchas eternas y las cuestiones universales. 
Gracias a ellos, el ser humano, dejando a un lado su innata capacidad de expresarse mediante gestos, ruidos o miradas, es ahora capaz de comunicarse mostrando lo más oculto de su ser.A parte de estas artes, como bien decía Huxley, hay algo más allá de las palabras, un lenguaje interno, energético e indescriptible, algo que elimina la simbología y que nos hace conectar con la verdadera realidad (para llegar a él no es necesario tomar benzedrina o mescalina, señores).

Nota: No sé si considero que es más difícil expresar con palabras o con imágenes, lo que sí creo es que la pintura  puede considerarse la madre de todas las artes.


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