A veces simplemente tienes que darte la vuelta y huir.
Trata de luchar contra el ejército de sentimientos armados
con estacas, coge la puerta y vete sin mirar atrás. Es fácil decirlo y hacerlo
se convierte en todo un acto heroico que solo los más fuertes podrán realizar
para después alcanzar la gloria.
Un larga noche, una mañana aún más larga. Estoy tumbada en
mi cama, sola, otra vez. Hace frío, fuera llueve con fuerza y dentro de mi
también. Miro a mi alrededor, intento divisar algo y lo único que veo es a la
oscuridad del mediodía. Te busco en ella y no estas.
Mientras tanto mi cabeza no deja de enloquecer e imaginarte
como en este mismo momento estas besando a cualquier otra, estas haciendola el
amor tan suavemente como me lo hacias a mi y estas diciendola todas aquellas
palabras que hace menos de tres días me pronunciaste a mi . No puedo. Creo que
aún soy una niña enganchada en un mundo de adultos bastante cabrones.
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